Durante la jornada que hicimos con los alumnos del Cra Sierra de Albarracín pudimos convertirnos por unas horas en unos verdaderos maestros de Educación Física.
Una de las condiciones más especiales de la jornada es que teníamos alumnos de todas las edades de forma que nuestra forma de enseñar y el que enseñar tenía que adaptarse a las necesidades de cada uno de ellos.
La otra dificultad que encontramos fue que al tener una gran cantidad de alumnos de bajas edades nos supuso imposible que pudieran realizar la actividad como nosotros la habíamos planteado. Esto se dio porque los alumnos o no llegaban a los pedales o lo hacían con dificultad debido a su baja estatura.
A pesar de estas dificultades intentamos adaptarnos a las condiciones e intentar transmitirles a los alumnos el mayor número de conocimientos posibles a la vez que les intentábamos transmitir una actitud positiva hacia el monociclo.
En conclusión creemos que nuestra actividad estuvo muy bien adaptada. A su vez, los alumnos del Cra, que se convirtieron en profesores por un día, realizaron una labor excelente enseñándonos todos los trucos y habilidades básicas de las cariocas y del slackline.
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