Yo Hago, Nosotros Hacemos.
Se trata de una técnica de
aprendizaje cooperativo que parte de un descubrimiento individual de cada
individuo y se comparte con el grupo en un proceso de aprendizaje colectivo.
El docente forma grupos
heterogéneos y a continuación propone una tarea motriz abierta, que se puede
ejecutar con diferentes posibilidades. Cada individuo ensaya o piensa las
diferentes propuestas y elige dos de ellas. Seguidamente se reúnen en grupo y cada
uno muestra las dos ejecuciones que ha elegido. El individuo es responsable de
que sus compañeros sean capaces de realizar sus propuestas de la misma manera
que él se compromete a aprender las de sus compañeros. El docente para
finalizar, pide a miembros de los grupos o a los grupos que muestren sus
propuestas.
Existe la posibilidad de realizar
la técnica de forma doblemente cooperativa, “Nosotros
hacemos – nosotros hacemos” que sustituye este descubrimiento individual
por uno colectivo desde el inicio de la tarea, ya que el grupo se divide en dos
que buscan sus posibles respuestas de tarea motriz.
Como realizamos en la clase
práctica del módulo de cooperación el docente nos planteaba la tarea motriz de
“cruzar el puente”, una línea de aros en el suelo que cruzaba de punta a punta
del pabellón. Nosotros, debíamos de pensar una estrategia para cruzar dicho
puente con el menor número de pasos posibles dentro de los aros. Para ello,
fuimos cruzando el puente colocándonos entre dos aros con las piernas abiertas
(una en cada aro) a lo largo de la línea. Cuando todos los aros estaban ocupados
por algunos de nuestros compañeros, el resto tan solo tuvo que pisar las
zapatillas de los compañeros para cruzar el puente. De esa forma, conseguimos
hacerlo con el menor número de pasos.
Los materiales que se utilizaron para dicha tarea fueron los aros.
Los materiales que se utilizaron para dicha tarea fueron los aros.
Marcador colectivo
La siguiente técnica se basa en
un aprendizaje cooperativo que consiste en que de manera individual o pequeños
grupos realizan la tarea que el profesor expone, después los individuos o
grupos puntúan en función de una serie de criterios previamente determinados, a
continuación, los puntos obtenidos por los distintos grupos se suman al
marcador colectivo de la clase.
Existe la posibilidad de
establecer recompensas si la clase alcanza una puntuación determinada.
Podemos incluir en dicha técnica
una variante que permita al individuo o grupo mejorar su marca repitiendo la
actividad tres veces, ya que se le otorgarían tres vidas. De esta manera
podríamos solventar las malas comparaciones que se puedan ocasionar en el grupo
clase.
Un juego para esta técnica sería “el
desatascador”, consiste en reunirse en grupos reducidos (cuatro o cinco
personas) planteándoles el reto de sacar de manera cooperativa una cantidad de
aros que se encuentran dentro de un cono. Estarán sentados en el suelo y
deberán realizarlo con la única ayuda de los pies.
Cada grupo que consiga sacar los cinco aros sumará diez puntos al marcador
colectivo. De esta forma si los grupos no consiguen sacarlos todos sumarán dos
puntos por aro. Así todos consiguen contribuir al marcador clase. Cuando la clase sume 50 puntos al marcador, recibirán como recompensa la elección de la siguiente actividad de entre todas las que hayan realizado.